- Salvador Vidal y Carmen Morán han votado a favor de la Ley de Calidad de la Arquitectura y la Ley de Impulso a la Rehabilitación Edificatoria, que persiguen mejorar el entorno urbano y residencial para que estos resulten saludables y sostenibles.
Los senadores socialistas por León, Salvador Vidal y Carmen Morán, han votado hoy a favor de dos leyes que persiguen mejorar nuestro entorno urbano y residencial: la Ley de Calidad de la Arquitectura y la Ley de Impulso a la Rehabilitación Edificatoria. Ambos textos legales han logrado un amplio apoyo de la Cámara Alta durante la celebración del pleno en el que se han ratificado, por lo que entrarán en vigor sin tener que ser aprobados en el Congreso, al pasar sin enmiendas.
Durante el debate de la Ley de Impulso a la Rehabilitación Edificatoria, desde el Grupo Parlamentario Socialista se ha apuntado que el parque de viviendas español es el más longevo de Europa, ya que el 80% de las viviendas tienen más de veinte años. “Cada año se rehabilitan 30.000 viviendas, mientras que países como Francia, Alemania, Italia, Bélgica o Portugal lo hacen a un ritmo anual de entre un 1,5% y un 2%”, ha señalado el senador Vidal Varela, “España debería multiplicar por diez su actividad rehabilitadora, entre 350.000 y 400.000 viviendas al año”.
Por su parte, la senadora Morán ha recordado que fue la ley del Suelo de Aznar (Ley 6/1998) la que intensificó el proceso de “mercantilización del territorio como estrategia prioritaria de crecimiento económico”, lo que en su opinión “ha llevado a planteamientos urbanos cautivos de los intereses del mercado inmobiliario y a una explosiva velocidad urbanizadora”.
“Antes fue el modelo y luego vinieron sus consecuencias: la burbuja inmobiliaria, la caída del sector por el elevado stock de vivienda sin vender y, lo más dañino, el agravamiento de la crisis financiera internacional”, han añadido ambos senadores, recordando que entre el año 1996 y 2006 se generó una superficie artificial urbana equivalente a la tercera parte de todo el espacio construido en España a lo largo de su historia. “En esos años, cuando las familias querían mejorar su hogar, lo hacían cambiándose a otra vivienda en lugar de rehabilitar la que ya habitaban”, han indicado, “con el consiguiente sobreendeudamiento y generando una cultura de compra de vivienda en detrimento de la rehabilitación”.
La Ley de Impulso a la Rehabilitación Edificatoria fija criterios para la aplicación de medidas de eficiencia energética, economía circular y digitalización de los edificios, creando una línea de avales para las reformas en edificios en aras de la sostenibilidad y la accesibilidad, reformas que además supondrán deducciones en el IRPF. La ley incluye medidas para rehabilitar no sólo viviendas o edificios, sino también entornos urbanos deteriorados y ayudas a los ayuntamientos que construyan carriles bici.
Por otra parte, la Ley de Calidad de la Arquitectura reivindica la revalorización del patrimonio arquitectónico, consolidando un nuevo modelo de transición económica, energética y ecológica que promueve una mayor inclusión y cohesión social. “Esta ley recoge una nueva cultura del habitar y de la responsabilidad que se deriva de los poderes públicos a la hora de cambiar los espacios habitables existentes”, explica Carmen Morán al referirse a esta norma cuyas actuaciones estarán orientadas por la Casa de la Arquitectura y el Consejo de Calidad de la Arquitectura.
Se trata de una de las primeras leyes a nivel europeo en esta materia, habiendo despertado un gran interés entre el resto de países comunitarios, por lo que servirá de modelo y referencia en la elaboración de normativas propias que regulen la calidad de la arquitectura. “Ambas normas son la expresión clara del buen hacer del Gobierno que lidera Pedro Sánchez, que negoció y logró los fondos europeos”, concluye Vidal Varela, “gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia podrán destinarse fondos también a la rehabilitación de edificios y espacios urbanos”.