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  • La Plataforma contra la Violencia Machista de León retoma los ‘Lunes sin Sol’ en la plaza Botines de la ciudad y recuerda a la primera víctima por violencia de género de este 2021, Laura. La diputada nacional y secretaria de Igualdad del PSOE de León Andrea Fernández fue la encargada de leer el manifiesto.

“Un lunes más, no ha salido el sol. Lamentablemente, hoy recordamos el asesinato de la primera víctima mortal de este 2021 a consecuencia de la violencia machista. Se trata de una mujer llamada Laura, de avanzada edad, que ha sido acuchillada por su marido el día 17 de enero.

Por ello, os pedimos un minuto de silencio.

Quizás algunos y algunas de los viandantes que hoy presencian esta convocatoria sepan que esta plataforma lleva varios meses sin personarse en este lugar por las razones que todos y todas ya conocemos. Sin embargo, la violencia contra las mujeres no ha cesado: desde que empezamos a realizar las convocatorias online, a finales de noviembre del pasado año, varias mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas. Se trata de Peggy, Delphine, Habibe Ismail, Amparo, Dolores, Ángeles, Remedios, Yolanda y de Soledad. En total, sumamos 1.079 mujeres muertas desde que existe este registro.

Sin duda, el asesinato de mujeres es la máxima expresión de la violencia de género y una de las pruebas más evidentes de la existencia de un sistema patriarcal que aún hoy oprime a las mujeres.

Cuando hablamos de machismo hablamos de una violencia estructural porque los postulados básicos que lo forman son parte de las normas; de los usos que nos hemos dado para convivir en sociedad. Además, los mandatos culturales asignan roles perfectamente definidos y diferenciados a hombres y a mujeres, lo que garantiza la perpetuación de esta opresión.

Sin duda, erradicar el machismo supone cambiarnos radicalmente, y aunque no es tarea fácil es especialmente urgente. No podemos concebir esta violencia como algo individual, aislado o propio de sádicos o enfermos porque entonces estaremos obviando la realidad estructural que rodea a la violencia machista que, como ya hemos dicho, forma parte de los cimientos de nuestra forma de organizarnos y convivir.

El machismo está tan incardinado en nuestra sociedad que la última macroencuesta sobre violencia de género arroja datos demoledores: 1 de cada 2 mujeres en España afirman haber sufrido algún tipo de violencia machista. Además, este tipo de información viene de tiempo atrás: en otras entregas de esta muestra anual y de otras similares vemos que el 44% de las mujeres que sufre violencia y no denuncia dice no hacerlo porque “no es lo suficientemente grave” (estos son datos de la macroencuesta de 2015).

Visto esto, resulta llamativo que una violencia que causa 60 muertas de media cada año haga que sólo el 1’4% de la población la considere un problema grave (datos del CIS, julio 2017). Se trata de un panorama verdaderamente escalofriante.

Sin embargo, las formas de la violencia machista no son solo aquellas que se ejercen físicamente sobre la víctima; es también la violencia psicológica, el acoso laboral, el hostigamiento, la violencia a través de las hijas y, como no, prácticas como la prostitución. Es imprescindible que se llegue a grandes acuerdos y que se ponga en elabore una legislación ambiciosa, integral y que aborde el tráfico sexual desde un punto de vista abolicionista.

En esta misma línea, debemos seguir trabajando y peleando por el desarrollo y la ejecución del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, un ambicioso logro por el que debemos felicitarnos como sociedad, pero que es necesario que siga cumpliéndose para combatir esta terrible lacra.

Además, no podemos olvidar que la pandemia ha tenido efectos devastadores en términos de violencia de género: si bien es cierto que los confinamientos han sido necesarios para detener el avance de la pandemia, también han servido para aislar más a las víctimas de violencia machista, para aislarlas y dejarlas a solas con sus maltratadores demasiado tiempo. El ámbito privado y su hermetismo es el principal aliado del patriarcado.

Sin embargo, no estáis solas. Es importante que toda la sociedad se vuelque en colaborar con el fin de esta lacra. ¿Cómo? Estando atentos y atentas a nuestro entorno, preguntando si sospechamos que una mujer puede estar sufriendo violencia, ofreciendo ayuda y como no, exigiendo que se ponga financiación y políticas tangibles y reales que contribuyan a acabar con una forma de violencia que es exclusiva de las mujeres.

Desde el movimiento feminista de León hemos querido comprometernos de nuevo con la calle para dar voz a estos crímenes, para nombrarlos y para que ocupen el espacio público que merecen. Este es el grito cómplice de todas las feministas de León que, más que nunca, están con las mujeres víctimas”.

 

Por eso gritamos: Basta ya.

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